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30/5/2013 - Jueves de la 8ª semana de Tiempo Ordinario


1ª lectura: La gloria del Señor se refleja en todas sus obras
Lectura del libro del Eclesiástico 42, 15-26

Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto: por la palabra de Dios son creadas y de su voluntad
reciben su tarea.
El sol sale mostrándose a todos, la gloria del Señor se refleja en todas sus obras.
Aun los santos de Dios no bastaron para contar las maravillas del Señor.
Dios fortaleció sus ejércitos, para que estén firmes en presencia de su gloria.
Sondea el abismo y el corazón, penetra todas sus tramas, declara el pasado y el futuro y revela los misterios
escondidos.
No se le oculta ningún pensamiento ni se le escapa palabra alguna.
Ha establecido el poder de su sabiduría, es el único desde la eternidad; no puede crecer ni menguar ni le hace
falta un maestro.
¡Qué amables son todas sus obras!; y eso que no vemos más que una chispa.
Todas viven y duran eternamente y obedecen en todas sus funciones.
Todas difieren unas de otras, y no ha hecho ninguna inútil.
Una excede a otra en belleza: ¿quién se saciará de contemplar su hermosura?


Salmo: Sal 32, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R. La palabra del Señor hizo el cielo.

Dad gracias al Señor con la citara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. R.
Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su
misericordia llena la tierra. R.
La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano. R.
Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe: porque él lo dijo, y existió, él lo mandó,
y surgió. R.


Evangelio: Maestro, haz que pueda ver
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46-52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo,
estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: « Hijo de
David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: -«Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.»
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

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5 comentarios:

  1. Domine ut videam . señor que vea. podría ser una partición actual en este mundo cegado por pasiones, integrismos, falto de Paz y de alegría. Pedirselo con.fe al Señor que el nos levantara esa ceguera del Corazón .

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  2. Tenemos los ojos centrados en el mundo, nosotros los que lo conocemos pidamosle a Jesús que nos ayude a ver sus obras y que en nuestra misión evangelizadora podamos ayudar a quien necesita verlo.
    Por otro lado la Fe es lo mas importante, podemos tener las cosas frente a nuestros ojos Dios nos da señales que a veces simplemente no nos interesan por nuestra falta de Fe. Creamos mas en el, , tengamosla certeza de que El nos cuida y nos guía y nuestra vida será distinta.

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  3. Señor del mismo modo, igual que el ciego te grito, Jesús hijo de David ten compasión de mi, quiero ver tú rostro Señor que vea la realidad de tú amor, que mire a mi alrededor. Gracias Señor por tú amor, bendito seas.

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  4. Señor del mismo modo, igual que el ciego te grito, Jesús hijo de David ten compasión de mi, quiero ver tú rostro Señor que vea la realidad de tú amor, que mire a mi alrededor. Gracias Señor por tú amor, bendito seas.

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