El primer mandamiento: oÃr misa entera los domingos y fiestas de precepto. Exige a los fieles participar en la celebración eucarÃstica, en la que se reúne la comunidad cristiana, el dÃa en que conmemora la Resurrección del Señor, y en aquellas principales fiestas litúrgicas que conmemoran los misterios del Señor, la Virgen MarÃa y los santos.
El segundo mandamiento: confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar asegura la preparación para la EucaristÃa mediante la recepción del sacramento de la Reconciliación, que continúa la obra de conversión y de perdón del Bautismo.
El tercer mandamiento: comulgar por Pascua de Resurrección. Garantiza un mÃnimo en la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en relación con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana.
El cuarto mandamiento: ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia. Asegura los tiempos de ascesis y de penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas; contribuyen a hacernos adquirir el dominio sobre nuestros instintos y la libertad del corazón.
El quinto mandamiento: ayudar a la Iglesia en sus necesidades. Señala la obligación de ayudar, cada uno según su capacidad, a subvenir a las necesidades materiales de la Iglesia.

Crea tu insignia




0 comentarios:
Publicar un comentario